Dejaré escrita nuestra historia sobre papel arrugado. Escribiré palabras lanzadas al viento. Pienso sellar mis labios hasta que el viento me devuelva las palabras heridas. Simple y a duras penas. Pienso correr riesgos al no pensar en ti. Quiero no ser el fantasma que vaga por la casa de los recuerdos. Pensaré en metáforas, no en historias de amor. Me contradigo. Desearé no haber sido ni un parche mal cosido en unos pantalones rotos. Ni un valle en unas montañas. Soy la sencillez en un mar de complicaciones. Desearé que las sonrisas lloren de alegría, pocas palabras dirigidas a un llanto. Nada de días nublados.
Espero que no se me recuerde por tener corazón de hielo. Espero no tener las manos frías a la hora de escribir.
Espero que no se me recuerde por tener corazón de hielo. Espero no tener las manos frías a la hora de escribir.