miércoles, 13 de octubre de 2010

ERROR 305

La página no ha sido encontrada. La palabra ha sido perdida, volada. Impotencia calculada. Rivales nuevos. Conocedor de las palabras dormidas que dominan el aire que nos eleva el humo. En un aleteo de rabia, supe, sé y sabré que el sujeto de nuestros errores es personal, son los pasos que nos siguen. La sangre sigue siendo la protagonista de mis heridas, malditas ellas. Juego aún con sillas de tres patas, el respaldo es mi fe, toda ciega ella, pobre…
Va, ya está, dejémonos de cuentos baratos, de novelas llenas de suspense escrito en puntos. Dejémonos de libros abiertos siendo sueños. Todas estas escaleras no nos llevan a nada, a zeros al lado de más zeros. Ninguna estrella conserva los manuscritos que busco desde que soy el octavo desconocido intentando tantear lo desconocido. Acecho errores que mis manos rojas rechazan.
Superman no existe y este juego parece estar acabando…